Valencia no se llamaba así antes: éste es el nombre que casi nadie conoce
Valencia, una de las ciudades más icónicas y vibrantes de España, tiene una historia que se remonta a más de 2.000 mil años. Conocida hoy en día por sus impresionantes edificios modernos, su deliciosa paella y sus festivales únicos como Las Fallas, esta ciudad mediterránea guarda secretos fascinantes en sus raíces históricas. Uno de ellos es su antiguo nombre, un reflejo de las culturas y civilizaciones que han dejado su huella en Valencia a lo largo de los siglos.
Este antiguo nombre encierra las historias de sus primeros habitantes, los soldados romanos que se asentaron aquí, y las transformaciones culturales que trajo consigo cada nueva civilización que ocupó la región. Con la llegada de los musulmanes en el siglo VIII, y posteriormente durante la Reconquista cristiana, la ciudad experimentó cambios tanto en su estructura como en su denominación, adaptándose al idioma y las costumbres de cada época. Hoy en día, conocer cómo fue llamada Valencia en el pasado es más que una simple curiosidad: es un recordatorio de su rica herencia cultural.
Éste era el nombre de Valencia
Valencia tiene un pasado fascinante que pocos conocen. Su historia se remonta a más de 2.000 años y, con ella, la evolución de su nombre.
Fundada en el año 138 a.C. por los romanos, Valencia recibió el nombre de «Valentia Edetanorum», que significa «Valentía de los edetanos». Este nombre en latín rendía homenaje a los edetanos, los primeros pobladores de la región. En sus inicios, la ciudad fue concebida como un asentamiento militar, otorgado a soldados romanos veteranos como recompensa por sus servicios al Imperio. Este período marcó el comienzo de Valencia como un punto estratégico en la Hispania romana.
Con la caída del Imperio Romano y la llegada de los visigodos, el nombre de la ciudad permaneció casi inalterado, aunque comenzó a simplificarse a lo largo del tiempo. Sin embargo, el cambio más significativo ocurrió en el siglo VIII, cuando los musulmanes conquistaron la región. Durante los más de cuatro siglos de dominación islámica, Valencia fue conocida como «Balansiya». Este nombre, claramente influido por el árabe, mantenía una conexión con su raíz latina original, mostrando cómo las culturas pueden entrelazarse y transformarse.
En el siglo XIII, durante la Reconquista, el rey Jaime I de Aragón recuperó la ciudad para la cristiandad. A partir de entonces, y con su incorporación al recién formado Reino de Valencia, el nombre «Valencia» comenzó a utilizarse oficialmente, consolidándose hasta nuestros días.
Aunque pocos asocian la moderna Valencia con su antiguo nombre, estos cambios reflejan las transformaciones culturales que ha vivido la ciudad. Desde «Valentia Edetanorum» hasta «Balansiya», el nombre de Valencia es un testimonio de su rica historia, marcada por la convivencia de distintas civilizaciones que aún se perciben en su arquitectura, sus calles y su espíritu multicultural.
Curiosidades de la ciudad
Valencia es mundialmente conocida por las Fallas, una fiesta declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Durante una semana en el mes de marzo, la ciudad se llena de monumentos de cartón y madera que representan escenas satíricas y artísticas. La celebración culmina con la «Cremà,» en la que se queman estas impresionantes esculturas. Además del fuego, las Fallas son un espectáculo de música, petardos, pólvora y gastronomía que refleja el carácter festivo de los valencianos.
La Huerta de Valencia, un espacio de tierras fértiles que rodea la ciudad, es uno de los paisajes agrícolas más antiguos y emblemáticos de Europa. Este entorno es famoso por ser la cuna de la chufa, ingrediente principal de la horchata, una bebida refrescante y típica de Valencia. La Huerta también es un ejemplo vivo de sostenibilidad, con un sistema de riego heredado de los árabes, el Tribunal de las Aguas, que sigue funcionando desde hace más de 1.000 años y ha sido reconocido por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
El Mercado Central de Valencia es uno de los mercados más grandes de Europa y una joya de la arquitectura modernista. Con más de 1.200 puestos, ofrece una amplia variedad de productos frescos, desde frutas y verduras hasta pescados, mariscos y embutidos. Es el lugar perfecto para probar productos locales y sumergirse en la gastronomía local.
El Barrio del Carmen es uno de los rincones más históricos de Valencia. Este laberinto de calles estrechas y plazas pintorescas está lleno de vida gracias a sus restaurantes, bares y galerías de arte. Aquí también se encuentran restos de las murallas árabes y cristianas que protegían la ciudad en la Edad Media, así como lugares emblemáticos como las Torres de Serranos y las Torres de Quart.
Finalmente, Valencia tiene una rica tradición cultural y artística. Fue hogar de figuras como el poeta Vicente Blasco Ibáñez y el pintor Joaquín Sorolla, conocido por sus obras luminosas que capturan la esencia del Mediterráneo. El Museo de Bellas Artes de Valencia alberga una impresionante colección de arte que incluye obras de Goya, Velázquez y Sorolla.